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Cremas musculares: Cómo usarlas en tu rutina deportiva

Cremas musculares: Cómo usarlas en tu rutina deportiva

Cremas musculares en tu rutina deportiva: cuándo y cómo usarlas

Integrar las cremas musculares en tu rutina deportiva puede marcar una gran diferencia en cómo se siente tu cuerpo antes, durante y después de entrenar. Aunque no sustituyen el calentamiento, el estiramiento o una buena alimentación, sí son un complemento excelente para favorecer la preparación y recuperación muscular, especialmente si entrenas de forma habitual. En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre cremas musculares y cómo introducirlas en tu rutina para una buena efectividad.

¿Qué son las cremas musculares?

Las cremas musculares son productos cosméticos pensados para aportar una sensación de confort y bienestar en la piel tras el ejercicio o el esfuerzo físico. Suelen incluir ingredientes de origen natural que generan efectos como frescor o calor sobre la piel, ayudando a preparar o relajar zonas localizadas como piernas, espalda, hombros o cuello. También son habituales para evitar rozaduras durante deportes de fricción, favoreciendo el movimiento y la comodidad durante la actividad física.

Cuándo usar cremas musculares en tu rutina

Antes del entrenamiento (fase de preparación)

Aplicar una crema con efecto calor antes del entrenamiento puede ayudarte a activar la zona muscular que vas a trabajar, preparar los músculos y evitar lesiones. Es especialmente útil si vas a hacer ejercicios exigentes. No sustituye al calentamiento, pero lo complementa favoreciendo una sensación de activación.

Después del entrenamiento (fase de recuperación)

Después de entrenar, muchas personas optan por cremas con efecto frío o sensación calmante, que ayudan a relajar la zona trabajada y a mejorar la sensación de descanso muscular. Ideal tras el running, el ciclismo o el entrenamiento de fuerza.

En días de descanso o tras esfuerzos puntuales

Incluso en días sin entrenamiento, puedes usarlas si has tenido una jornada física exigente: mudanzas, excursiones, limpieza profunda, etc. También es habitual su uso tras prácticas como yoga, pilates o estiramientos suaves.

Cómo aplicar correctamente una crema muscular

  • Hazlo sobre la piel limpia y seca para asegurar una buena absorción.

  • Utiliza una pequeña cantidad y aplícala con un masaje circular durante unos minutos.

  • Evita mucosas y heridas, y lávate las manos después de la aplicación.

  • Si usas una crema con efecto calor, no te cubras la zona con ropa ajustada inmediatamente ni apliques calor externo (como mantas eléctricas).

Beneficios de incorporar cremas musculares a tu rutina

  • Aportan bienestar localizado tras el esfuerzo físico.

  • Son una herramienta más para tu autocuidado post-entreno.

  • Te ayudan a establecer una rutina consciente de recuperación.

  • Mejoran la sensación de descanso muscular en zonas concretas.

Elige la crema adecuada para tu tipo de actividad

Cada piel y cada rutina son distintas. Algunas personas prefieren geles con efecto frío, otras optan por cremas con ingredientes que calientan la zona. También influye si haces cardio, fuerza, entrenamiento funcional, deportes de impacto, etc. En cualquier caso, asegúrate de aplicarla correctamente y de escoger la crema muscular que más se adapte a tus necesidades corporales.

Conclusión: Cuida tu cuerpo antes y después de entrenar

Tu cuerpo es tu herramienta principal en cada entrenamiento. Más allá del rendimiento, merece atención y cuidado diario. Incluir una crema muscular en tu rutina deportiva no solo te ayudará a sentirte mejor, sino que reforzará el compromiso con tu bienestar físico. Una pequeña acción con un gran impacto. 





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