

Cuando hablamos del cuidado capilar, muchas veces surge una duda habitual: ¿cuál es la diferencia entre acondicionador y mascarilla? Ambos productos están presentes en numerosas rutinas, pero cumplen funciones distintas y no son intercambiables. Además, saber qué va primero, el acondicionador o la mascarilla, es clave para obtener los mejores resultados. En este artículo resolvemos esas dudas tan comunes para que tu rutina capilar funcione como corresponde y consigas una melena sana y brillante.
¿Qué es el acondicionador y para qué sirve?
El acondicionador es un producto de uso frecuente, diseñado para desenredar, suavizar y facilitar el peinado del cabello. Su función principal es sellar la cutícula después del champú, aportando brillo y evitando el encrespamiento. Se aplica principalmente de medios a puntas y se deja actuar un periodo corto, entre 1 y 3 minutos.
Es ideal para quienes se lavan el pelo a diario o con frecuencia, ya que no satura la fibra capilar y proporciona una solución rápida y ligera para mantener el cabello manejable y suave.
¿Qué es una mascarilla capilar y por qué usarla?
La mascarilla capilar, en cambio, tiene un enfoque más intensivo y reparador. Está formulada para nutrir profundamente, reparar daños estructurales y devolver la salud al cabello. Es perfecta para cabellos secos, teñidos, dañados por el calor o procesos químicos. Es decir, es un tratamiento para reparar.
A diferencia del acondicionador, la mascarilla necesita más tiempo de exposición (de 5 a 20 minutos, según el producto) y no es necesario aplicarla tras cada lavado, sino una o dos veces por semana, dependiendo de las necesidades de tu melena.
¿Qué va primero: el acondicionador o la mascarilla?
Una duda muy común es qué va primero, el acondicionador o la mascarilla. La respuesta es clara: primero la mascarilla y luego el acondicionador, si vas a usar ambos.
La mascarilla se encarga de nutrir y reparar, por lo que debe actuar directamente sobre el cabello recién lavado. Tras aclararla, el acondicionador ayuda a sellar la fibra capilar y retener los beneficios de la mascarilla, además de aportar suavidad y facilitar el desenredado final.
Este orden maximiza los efectos de ambos productos y deja el cabello más hidratado, manejable y protegido.
Cómo combinar acondicionador y mascarilla en tu rutina capilar
No es necesario usar los dos en cada lavado. Puedes alternarlos según las necesidades de tu cabello:
- Si tu pelo está dañado, seco o teñido, usa mascarilla 1 o 2 veces por semana tras el champú. Luego, si lo deseas, añade acondicionador para facilitar el peinado.
- En lavados habituales, sin daño visible, basta con aplicar acondicionador tras el champú para mantener la suavidad y el brillo.
Incluir otros productos capilares como un serum capilar o una cera moldeadora después del secado puede ayudarte a controlar el encrespamiento, proteger el cabello o definir tu estilo.
Ahora que conoces la diferencia entre acondicionador y mascarilla, puedes sacar más partido a tu rutina capilar. El acondicionador suaviza y protege el cabello tras el lavado, mientras que la mascarilla lo nutre en profundidad y lo repara. Ambos se complementan para conseguir un pelo más sano, brillante y fácil de manejar.