

Dar un masaje no solo se trata de técnicas y movimientos, sino también de los productos que utilizamos para cuidar la piel y potenciar los efectos del masaje. Uno de los elementos más importantes es el aceite. Elegir el aceite adecuado garantiza deslizamiento suave, hidratación de la piel y, en algunos casos, beneficios terapéuticos adicionales. En este artículo te explicamos qué tipo de aceite se usa para dar masajes y algunas recomendaciones a tener en cuenta.
Tipos de aceites para masaje
Existen diferentes tipos de aceites para masaje, cada uno con propiedades específicas. Los más utilizados incluyen:
- Aceites vegetales puros: como el de almendra, jojoba o argán. Son muy hidratantes, suaves con la piel y perfectos para masajes relajantes o terapéuticos.
- Aceites esenciales diluidos: combinados con un aceite portador, aportan propiedades aromaterapéuticas y pueden ayudar a reducir el estrés, mejorar la circulación o relajar los músculos.
- Aceites profesionales específicos: formulados para fisioterapia y masaje, permiten un deslizamiento perfecto, se absorben a la velocidad adecuada y son aptos para masajes intensivos.
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Cómo elegir el aceite según el tipo de masaje
El tipo de masaje que vayas a realizar influye directamente en el aceite que deberías utilizar. Por ejemplo:
- Masajes relajantes o descontracturantes: lo ideal son aceites suaves, como los de almendra o jojoba, que hidraten sin dejar sensación grasa excesiva.
- Masajes deportivos o de fisioterapia: conviene usar aceites profesionales, que ofrecen mayor control del deslizamiento y facilitan técnicas de presión más profundas.
- Masajes aromaterapéuticos: se pueden combinar aceites esenciales con un aceite base, como el aceite de argán o almendra, para obtener beneficios relajantes o revitalizantes.
Un ejemplo de aceite especialmente formulado para masajes profesionales es el Aceite de masaje profesional Kefus 500ml, que combina un deslizamiento ideal con propiedades nutritivas para la piel.
Beneficios de usar el aceite adecuado
Utilizar un aceite de calidad para dar masajes no solo mejora la experiencia, sino que también aporta beneficios concretos:
- Facilita el deslizamiento de las manos y evita tirones en la piel.
- Hidrata y nutre la piel durante y después del masaje.
- Potencia los efectos terapéuticos, como la relajación muscular, la mejora de la circulación o el alivio del estrés.
- Permite un masaje más profesional y duradero, aumentando la eficacia del tratamiento.
Conclusión
Seleccionar el aceite adecuado para un masaje marca la diferencia entre un masaje superficial y uno verdaderamente efectivo. Los aceites no solo facilitan el deslizamiento de las manos, sino que también hidratan, protegen la piel y potencian los beneficios terapéuticos de cada técnica. Escoger un aceite según el tipo de masaje y las necesidades del receptor garantiza una experiencia más placentera y profesional.